La industria cinematográfica mexicana ha pasado por varias etapas: desde la pequeña producción dirigida a un mercado interno limitado; un notable crecimiento para abastecer al público de habla hispana en América Latina: un lamentable estancamiento, en términos de calidad, sobre todo en los primeros años de 1960; una recuperación, principalmente en la época de 1980, hasta llegar a la generación de los noventa, en la que hubo una elevación de calidad de técnica en las películas, en vista de que el cine representa para los mexicanos una imperiosa necesidad de encontrase culturalmente.
Despúes de la apertura de la primera sala pública de exhibición en México, muy pronto proliferaron las salas y los camarógrafos. Destacaron también Enrique Rosas y Jorge Stahl, personajes que con el timpo alcanzarían preponderancia en la industria cinematográfica como productores, distribuidores y exhibidores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario